Aprender a decir “NO”
A veces pareciera que tu tiempo y actividades tienes que dedicarlas al servicio de los demás, tu tío quiere que le repares el estéreo, tu amigo quiere que lo lleves al trabajo, tu prima necesita que le prestes dinero.
¿Por qué cuesta tanto trabajo decir NO?
El ayudar a otros y ser generoso es grandioso y una de las más grandes bendiciones, aunque hay que aprender a decir NO cuando realmente lo necesitas
Al decir NO comienzas a retomar el control de tu vida.
Decirle NO a la familia y a los amigos es usualmente difícil porque sencillamente nos sentimos obligados o comprometidos a aceptar lo que sea con tal de preservar y mantener nuestras relaciones
Que lo hace difícil?
Experiencias negativas previas: Es posible que en algún momento hayas intentado decir que no, o establecer tus límites, y te hayan respondido de una manera inadecuada
Baja autoestima: En muchos casos es la causa (“no valgo nada como para negarme”), y en muchas otras también es una consecuencia, ya que las personas que no saben decir que no se sienten inferiores a los demás por no establecer límites respecto a ellos.
Miedo al rechazo o a una evaluación negativa: para algunos es importante que los demás les acepten y no les evalúen negativamente
Los demás abusan de ellos: la gente recurre a ellos en exceso porque “les acostumbran” al saber que siempre estarán ahí y claro es más sencillo que alguien haga las cosas por ellos que hacerlas ellos mismos, hay que tener cuidado con el chantaje emocional
Por eso es importante decir no a tiempo, que después arrepentirnos un largo tiempo haciendo las cosas que no deseamos, antes de dar una respuesta, tomate tu tiempo, habla con tu corazón y si realmente es tu voluntad, hazlo sin esperar nunca nada a cambio.
